Virgen con Niño

La obra está atribuida al escultor italiano Antonio di Matteo Gamberelli, conocido con el apodo de Rossellino, por ser pelirrojo. Fue discípulo de su hermano Bernardo y del gran maestro Donatello. Antonio Rossellino, ya en su época, fue elogiado por la delicadeza y el refinamiento de sus obras.

En esta pieza nos representa una de sus iconografías preferidas, la figura de la Virgen sentada, como madre (madonna) con el Niño en su regazo. El artista, tanto con la Virgen como con el Niño, supo impregnarlos de una actitud y aspecto muy humanizado, siguiendo a los cañones que marcaba el quatroccento italiano.

Desgraciadamente, la obra ha llegado a nuestros días con la casi totalidad de su policromía perdida, y los restos que le quedan se han ennegrecido con el paso del tiempo.

Este tipo de obras estaban destinadas a la devoción particular y a la decoración de las estancias privadas y, en cierto modo, eran producidas de forma seriada. Se conocen unas cincuenta réplicas realizadas con diferentes técnicas: terracota, yeso, mármol, etc. En todas ellas se representa la Virgen con el Niño en su regazo, pero con pequeñas variaciones decorativas en las ropas y en el fondo de la composición.

La técnica de la cartapesta, en la mayoría de ocasiones, estaba destinada a hacer objetos artísticos efímeros, como máscaras, maquetas, globos terrestres, entre otros. Sin embargo, artistas de la valía de Jacopo della Quercia, Benedetto da Maiano, Jacopo Sansovino, Bernini, y el mismo Donatello, entre muchos otros, utilizaron esta técnica en alguna de sus obras.