Tarro de las arpías

El bote tiene forma cilíndrica con el cuello muy corto y ancho, diferenciado del cuerpo central por una suave cresta, y la boca tiene el labio ligeramente exvasado. La base es anular y sin barnizar, a diferencia del interior del bote, que está barnizado de color melado, una característica que ya no aparece en ejemplares más tardíos, que presentan el interior barnizado de color blanco. El color melado se obtenía por reducción de óxido de hierro.

La decoración exterior está pintada en verde y morado, y se distribuye en dos registros. El superior, que ocupa el cuerpo del bote, muestra dos grandes arpías con una rama de pino encima. En el registro inferior presenta una cenefa formada por una sucesión de rombos dobles perfilados en negro y pintados de un verde suave, y líneas oblicuas formando pequeños rombos. Las decoraciones están enmarcadas por grupos de tres circunferencias concéntricas, siendo más gruesa la circunferencia central. En el cuello se aprecian dos finas circunferencias concéntricas en morado.

Por la forma, podríamos decir que se trata de un bote farmacia, pero al no llevar cartela con el contenido, podría haber tenido otros usos. Los tarros barceloneses decorados en verde y morado no son frecuentes, se conocen diez ejemplares, de los cuales dos se conservan en la Colección Mascort.