Plato de chasco

La pieza escogida de este mes de enero es un plato de cerámica llamado «de chasco» o, tal y como aparece en la documentación de la época, «plato de aceitunas». Estos platos son piezas cerámicas exclusivamente decorativas, destinadas a provocar asombro con la ilusión óptica, ya que reproducen todo tipo de alimentos con gran precisión.

Esta pieza se puede ver en la exposición 1000 anys de ceràmica catalana. Celebrant els 40 anys de l’Associació Catalana de Ceràmica hasta el 27 de febrero, en la Casa Galibern.

El plato es circular, con ala y base anular, y está decorado en azul y verde. El ala muestra una decoración en azul cobalto con dos cenefas vegetales, una de mazorcas y una de pequeñas nubes con semicírculos. El fondo del plato presenta cinco mazorcas más dispuestas radialmente y, entre ellas, cinco aceitunas tridimensionales pintadas en verde.

En la ciudad de Lleida es donde se han localizado los hornos que produjeron loza azul y polícroma desde la segunda mitad del siglo XVII hasta principios del XVIII. Las piezas iban decoradas con elementos vegetales, como mazorcas y hojas partidas, que darán nombre a las series. Estas decoraciones recibían influencias de Barcelona, ​​Talavera de la Reina y Liguria (Italia), entre otros centros.

La técnica de la ilusión óptica, o trompe-l’œil, se puso muy de moda en la Europa de los siglos XVIII y XIX, sobre todo en Francia, y se aplicaba en diferentes artes. En cerámica, se fabricaron piezas en todos los grandes centros productores, como Talavera de la Reina, Moustiers y Sèvres (Francia).