Panel devocional

Con motivo de la festividad del 8 de diciembre, os presentamos un panel valenciano con la representación de la imagen de la Inmaculada Concepción de María, expuesto en el patio de la casa Galibern.

El panel, formado por cincuenta azulejos, cumple la fórmula de la mitad por el doble, aunque los de la derecha midan la mitad que el resto -posiblemente para la adaptación a un espacio concreto que desconocemos-.
El cielo y la tierra están unidos por la imagen de la Inmaculada «tota pulchra». La tierra, el poder, se sitúa en las cinco filas inferiores, y mira hacia el cielo y hacia el misterio de las cinco filas superiores. La imagen del poder, la fanfare, escoltada por dos hombres indígenas hablando en latín, «MATER INMACULATA» (Madre inmaculada) y «ORA PRO NOBIS» (ruega por nosotros), es un fiel reflejo de la intención pedagógica de la pintura. En el cielo, los ángeles se relacionan con el poder terrenal a través de una imagen de la Virgen, que apoya sus pies sobre una media luna sujetada por ambos indígenas.
Cada elemento pintado en el panel tiene su función simbólica, y no se deja nada al azar. En la mitad de la cenefa central, a la derecha, una palmera apunta hacia el cielo, «CUASI PALMA» (como una palma), que no se dobla delante del pecado, así como el ciprés de Sión «CIPRESSUS IN SIO» pintado en la izquierda, representa la altura y la rectitud. El dibujo del sol, y de la paloma como Espíritu Santo, coronan la representación de la Inmaculada, considerada tan brillante como el sol, «ELECTA UT SOL».
En el ámbito geográfico valenciano, la veneración en la Inmaculada Concepción ya estaba vigente durante todo el siglo XVII. En 1706, el archiduque Carlos de Austria la proclamó patrona del Reino de Valencia, y Carlos III, en 1760 solicitó al papa Clemente XIII el nombramiento de la Virgen, y su misterio, como Patrona de España y de las Indias, confirmado mediante la Bula «Quantum ornamenti» del 8 de noviembre de 1760.