Pedreñal

Objeto
Catalunya, último tercio del s. XVI-inicios s. XVII

Hierro, acero y madera

Longitud: 77,5 cm; Calibre: 1,1 cm; 2.240 g
Objeto
Catalunya, último tercio del s. XVI-inicios s. XVII

Hierro, acero y madera

Longitud: 77,5 cm; Calibre: 1,1 cm; 2.240 g

El pedreñal nació por la conveniencia de disponer de un arma menos pesada que el arcabuz y el mosquete. Se diferenciaba, especialmente de la pistola, por tener el cañón bastante más largo, lo que le permitía un rendimiento muy superior a ésta en cuanto al alcance y la precisión, más parecidos a los de las dos armas largas citadas anteriormente, naturalmente más pesadas. Además, sus dimensiones permitían que se ocultara bajo la capa, manta u otra prenda de longitud similar. Esta característica explica porque era el arma preferida del bandoleros, ladrones de caminos, guerrillas y otros elementos similares que actuaban fuera de la ley y del orden.

Los pedreñales, que se produjeron exclusivamente en Cataluña, fueron objeto de muchas regulaciones, y las más comunes fueron tratar de evitar que sus cañones fueran demasiado cortos y, por tanto, fáciles de esconder. También se prohibió que llevaran mecanismos para producir el encendido de la pólvora, y tenían que usar la primitiva llave de mecha, que suponía muchas limitaciones en caso de lluvia y obligaba a llevar o encender fuego para volver a encender la mecha con tal de disparar de nuevo. En cuanto a regulaciones especiales, por ejemplo, en 1571, el virrey del Principado, que en esos momentos era D. Fernando de Toledo, ordenó que la longitud de los cañones debía ser inferior a cuatro palmos.

Muy pocas de estas armas llevan las marcas que debían llevar por ley todas las demás, es decir, los nombres de los maestros que habían intervenido en su fabricación: el cañonero, el llavero y, a veces, el cajero, que hacía la parte de madera; también podían llevar el nombre de la localidad de fabricación. El hecho de no llevar marcas, probablemente fuera debido a que su fabricación debía encontrarse cercana a la ilegalidad y, posiblemente, por la misma razón, algunas de ellas se han encontrado escondidas en tejados u otros escondrijos domésticos. Se conoce el caso de una que apareció en un agujero dentro del tronco de un viejo olivo.

El pedreñal que os mostramos lleva dos pequeños escudos en la parte posterior de la cerradura del lado derecho, superpuestos e ilegibles debido a la corrosión; dos escudos en la misma posición correspondían a varios maestros llaveros de Ripoll, pero en el caso presente no se pueden hacer atribuciones.

Este pedreñal guarda ciertas similitudes con el que Xavier Sala y Aragón estudia bajo el título “Un particular exemple”, en su libro Catalunya i les armes de prestigi (p. 69), donde destaca el marcado relieve y el diseño de la talla -refiriéndose al encepado o cuerpo y talla decorativa a su madera-, fechado entre 1650 y 1670, y con una longitud total de 38 cm.

Exposiciones:

Peces escollides. La selecció del col·leccionista. Casa Galibern-Fundació Mascort, Torroella de Montgrí, 17 de junio-15 de octubre de 2017.