Pareja de mancerinas

Este mes de agosto presentamos una pareja de mancerinas, objetos de un uso doméstico muy concreto, ya que servían para tomar chocolate caliente.
Una mancerina consta de un pequeño plato con una abrazadera en el centro, que sujetaba la jícara o taza –generalmente de porcelana– que contenía el chocolate. Su nombre se debe a quien se considera su inventor, el marqués de Mancera, probablemente Don Pedro de Toledo y Leyva, virrey del Perú entre 1639 y 1648.

Estas dos mancerinas, prácticamente iguales entre sí, están formadas por un pequeño plato circular acabado en un ala con una ancha cenefa de motivos calados, que alternan tetralóbulos y triángulos inscritos. En el centro, la abrazadera está sujeta por cuatro soportes, cuya decoración combina, en la parte central, perlas en degradación y una flor de seis pétalos, mientras que a los lados se muestran cenefas de metal liso, adornadas con pequeñas hojas en su parte superior. Los cuatro pies se sujetan sobre una base de triángulos calados que alternan polígonos de cuatro caras, mientras que un gran botón central ancla esta sección.
En el fondo de la abrazadera aparecen las marcas: +BAR, por Barcelona; SERRA, referente al cónsul marcador; y, en el lado opuesto, F.A., la del artífice, que probablemente corresponda a Francesc Arquer (aunque también se había pensado en Felip Armengol, pues ambos comparecen en el Llibre del Col·legi d’Argenters de Barcelona). En el reverso del plato aparecen las mismas marcas.
No es frecuente encontrarse con un par de mancerinas, ya que suele conservarse sólo una de la pareja, pero, precisamente, la colección Mascort custodia tres pares en total, aparte de una de loza dorada, pues también se hacían de este material.