Cavallier Romain

La escultura de bronce, colocada sobre un pie de mármol, representa la figura de un equites, un soldado romano de caballería. El soldado esta protegido por un casco, similar al modelo llamado Montefortino, caracterizado por una pequeña visera posterior que le sirve de protección en la nuca. Como protección para el cuerpo, y sobre una túnica, lleva una lorica hamata, una cota de malla formada por anillos entrelazados. Sobre ella, y en posición pectoral, dos phalerae, que eran unos discos de metal utilizados en las armaduras de los soldados y que, con el tiempo, se utilizaron como condecoraciones y, sobre ellas, una capa corta. A los pies, el equites calza unas cáligas, caligae, unas sandalias fuertes y resistentes.

Completando la panoplia del soldado romano, una espada o gladius, un modelo creado a partir del diseño utilizado por pueblos íberos de la Hispania prerromana. En la mano derecha, el guerrero lleva una lanza y en la izquierda un cetratus, un escudo de forma ovalada, decorado con una cenefa de laurel que enmarca dos águilas contrapuestas sobre un eje vertical, con las alas explayadas y sujetando un rayo con las garras. Tanto el rayo como el águila son símbolos en la mitología romana de Júpiter, el dios supremo del cielo y del panteón romano.

El jinete está sentado sobre el caballo con la silla de montar propia del ejército romano, diseñada para proporcionar al asiento una mayor estabilidad y para compensar la ausencia de estribos, que no se introdujeron en los ejércitos europeos hasta el siglo VI, carencia que acarreó graves consecuencias a la caballería romana.

La figura de bronce que os mostramos es una variación más pequeña de la que Frémiet presentó en el salón de París en 1886. La que exhibió allí medía casi 1,5 m de altura, y la tituló Cavalier Romain. Actualmente se conserva en el Musée d’Archéologie Nationale en Saint-Germain-en-Laye.

Una de las piezas más conocidas de gran formato de Emmanuel Frémiet es la estatua ecuestre de Juana de Arco, de bronce dorado, que se encuentra en la plaza de las Pirámides de París.