Benditera

La pieza escogida para este mes de febrero, y con la que nos despedimos de la exposición 1000 anys de ceràmica catalana. Celebrant els 40 anys de l’Associació Catalana de Ceràmica, es una benditera de cerámica esmaltada de devoción privada. Estas se solían encontrar colgadas en las paredes de la habitación principal de los hogares y servían para contener agua bendita con la que los fieles podían persignarse siguiendo el ritual cristiano de entrada a las iglesias.

La benditera que os presentamos es una placa realizada a molde, simétrica, con los contornos irregulares, sobre la que se ha unido el receptáculo para el agua bendita. Está decorada en azul oscuro, con la imagen de la Inmaculada Concepción en un medallón polilobulado en el centro de la pieza. En la parte superior, encontramos dos angelitos que sostienen una cruz y que se apoyan sobre unas cornucopias. A ambos lados de la cruz, podemos observar los dos agujeros ante coctem que servían para colgarla en la pared. Y, en la parte inferior, el depósito está decorado con una gran flor de ocho pétalos. Por su decoración, esta benditera está clasificada dentro de la serie denominada “de influencia de Savona”.

En los siglos XVIII y XIX, este tipo de piezas se popularizaron en los hogares y se convirtieron en un objeto más en las alcobas o dormitorios, en donde los devotos podían persignarse antes de acostarse y, por la mañana, al levantarse. Las encontramos elaboradas en cerámica y vidrio, pero también en madera y otros materiales más nobles como, por ejemplo, plata.